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Eliminar acrocordones en Madrid

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Eliminación de acrocordones en Madrid

¿Que son los acrocordones y como los quitamos?

Los acrocordones son pequeñas protuberancias benignas que suelen aparecer en la piel, generalmente en zonas donde hay fricción o pliegues. Estas formaciones son suaves al tacto y se conectan a la piel mediante una base estrecha o pediculada, lo que les da una apariencia de “colgar”.

En su mayoría, los acrocordones son de color similar al tono de la piel, aunque también pueden presentar tonalidades más oscuras o rosadas. Aunque no representan un riesgo para la salud, su presencia puede resultar incómoda, especialmente cuando aparecen en áreas visibles o de constante roce.

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Porque tengo acrocordones, cuales son las causas de aparición?

La aparición de acrocordones está relacionada con diversos factores, muchos de los cuales están ligados a la fricción de la piel o cambios hormonales. Entre las causas más comunes se encuentran:

1. Fricción de la piel: Los acrocordones suelen desarrollarse en áreas donde la piel se pliega o roza constantemente, como el cuello, las axilas, la ingle o debajo de los senos.

2. Factores hormonales: Cambios hormonales, especialmente durante el embarazo o la menopausia, pueden hacer que la piel sea más propensa a sufrir alteraciones como la formación de estos crecimientos.

3. Predisposición genética: La genética juega un papel importante, ya que algunas personas tienen mayor predisposición a desarrollar acrocordones, especialmente si otros miembros de la familia han tenido esta condición.

4. Envejecimiento: A medida que envejecemos, la piel pierde elasticidad y se
vuelve más susceptible a la formación de acrocordones.

5. Obesidad: Las personas con sobrepeso u obesidad tienen más áreas de la piel donde se produce fricción, lo que aumenta el riesgo de desarrollar acrocordones, especialmente en pliegues cutáneos.

6. Condiciones médicas: Algunas enfermedades como la diabetes pueden estar asociadas con una mayor incidencia de acrocordones, debido a los cambios en los niveles hormonales y la piel.

¿Como eliminamos los acrocordones?

¿Donde salen los acrocordones?

¿En zonas del cuerpo es más común la aparición de acrocordones?

Los acrocordones suelen aparecer en áreas del cuerpo donde la piel está sometida a fricción constante o donde se producen pliegues cutáneos. Estas zonas son propensas a desarrollar estos pequeños crecimientos benignos debido a la interacción repetida entre la piel y la ropa, o entre diferentes partes del cuerpo. Las áreas más comunes para la aparición de acrocordones incluyen:

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Los acrocordones en el cuello aparecen con frecuencia en esta zona debido a su constante exposición a la fricción y el roce. Suelen ser indoloros y benignos, aunque pueden generar molestias si se irritan o se enganchan con collares, camisas ajustadas u otros accesorios.

Su aspecto varía dependiendo de su tamaño y forma, pudiendo presentarse como pequeñas elevaciones apenas perceptibles, estructuras alargadas con una base delgada o incluso lesiones más voluminosas que sobresalen de la superficie cutánea. En algunos casos, pueden ser del mismo tono de la piel, mientras que otros adquieren una pigmentación más oscura con el tiempo.

El cuello es una de las áreas del cuerpo más propensas a la aparición de acrocordones debido a la fricción repetitiva con la ropa, los pliegues cutáneos y la propia piel, especialmente en personas con sobrepeso o tendencia a la sudoración.

La constante movilidad de esta zona también favorece la irritación y el desarrollo de estas lesiones. Factores hormonales como el embarazo o la menopausia pueden incrementar su presencia, ya que las alteraciones en los niveles hormonales afectan la regeneración celular y la respuesta de la piel. Además, se ha identificado una relación entre los acrocordones en el cuello y condiciones metabólicas como la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2, lo que sugiere una posible conexión entre su aparición y el metabolismo de la glucosa.

Existen diferentes tipos de acrocordones que pueden presentarse en el cuello. Algunos son pequeños y apenas sobresalen de la piel, pasando desapercibidos, mientras que otros son más prominentes y presentan una base delgada que los hace parecer colgantes. También pueden encontrarse en mayor cantidad en personas con predisposición genética, ya que su aparición puede estar influenciada por antecedentes familiares.

Con el envejecimiento, la piel pierde elasticidad y se vuelve más propensa a desarrollar estas pequeñas protuberancias, especialmente en zonas de fricción
constante como el cuello.

La axila es una de las zonas del cuerpo donde los acrocordones aparecen con frecuencia debido a la combinación de humedad, fricción y el roce constante con la piel, la ropa o los movimientos repetitivos del brazo.

Esta área está en contacto permanente con tejidos ajustados, como camisetas o sujetadores, lo que favorece la irritación y el desarrollo de estas pequeñas formaciones cutáneas. Además, el uso de desodorantes o antitranspirantes puede influir en la sensibilidad de la piel y, en algunos casos, contribuir a su aparición.

En la axila pueden presentarse distintos tipos de acrocordones. Algunos son diminutos y apenas se perciben, mientras que otros adquieren un tamaño más notable, con una base delgada que los hace parecer colgantes. También pueden encontrarse agrupados en pequeñas zonas, formando múltiples lesiones en una misma área. En algunos casos, su tonalidad es similar a la piel, aunque con el tiempo pueden oscurecerse debido a la fricción constante o a cambios en la pigmentación.

Existen diversas razones por las que los acrocordones se desarrollan en la axila. La fricción es el principal factor, ya que el movimiento continuo de los brazos y el contacto con la piel circundante generan un ambiente propicio para su formación.

Los cambios hormonales también pueden influir en su aparición, sobre todo durante el embarazo o en personas con alteraciones metabólicas. El factor genético y la resistencia a la insulina o diabetes tipo 2 son otras razones a considerar.

La ingle es una de las zonas del cuerpo donde los acrocordones aparecen con frecuencia debido a la fricción constante que se produce entre la piel de los muslos, la ropa ajustada y el movimiento repetitivo al caminar o realizar actividades físicas.

Esta área, al encontrarse en un pliegue natural del cuerpo, está expuesta a humedad, calor y roce continuo, factores que favorecen la formación de estas pequeñas protuberancias cutáneas. La depilación frecuente también puede influir en su aparición, ya que la irritación y el microtraumatismo generado en la piel pueden estimular su desarrollo con el tiempo.

Los acrocordones en la ingle pueden presentarse de distintas maneras. Algunos son pequeños y apenas sobresalen de la piel, mientras que otros tienen una base delgada y se alargan ligeramente, dándoles un aspecto colgante.

En algunas personas, aparecen de manera aislada, pero en otras pueden formarse en grupos, generando múltiples lesiones en la misma zona. Su color varía entre el tono natural de la piel y una pigmentación más oscura, sobre todo en personas con tendencia a la hiperpigmentación o en aquellas que experimentan irritación frecuente en esta área.

Su aparición en la ingle puede estar relacionada con varios factores. Además de la fricción por el contacto constante entre los muslos o con la ropa interior ajustada, los cambios hormonales también pueden favorecer su desarrollo, especialmente en el embarazo o en etapas donde hay variaciones en los niveles hormonales que afectan la regeneración de la piel.

La aparición de acrocordones en la ingle también puede estar relacionada con la genética y la resistencia a la insulina o diabetes tipo 2.

Es comprensible que, antes de someterse a un tratamiento para eliminar los acrocordones, uno se pregunte si quedarán marcas o señales visibles en la piel. En general, la eliminación de acrocordones no deja cicatrices permanentes, pero, como con cualquier procedimiento estético, el resultado final dependerá de varios factores, como el método utilizado, la cantidad de acrocordones eliminados y la respuesta individual de la piel.

Los tratamientos más comunes para eliminar acrocordones, como la extirpación con bisturí electrico , plasmapen y la electrocoagulación, son procedimientos relativamente sencillos que, en la mayoría de los casos, dejan poco o ningún rastro visible después de la cicatrización. En la mayoría de los casos, cualquier marca residual suele ser mínima y se desvanece con el tiempo.

Es posible que, durante el proceso de curación, se produzca una ligera irritación o enrojecimiento en la zona tratada, pero estos efectos suelen ser temporales y desaparecen a medida que la piel sana. En casos muy raros, algunas personas pueden experimentar una pequeña marca o cicatriz en la zona donde se eliminó el acrocordón, especialmente si hubo complicaciones o si la piel es más propensa a formar cicatrices.

Para minimizar el riesgo de marcas y asegurar una curación adecuada, es fundamental seguir las recomendaciones del medico especialista, como evitar la exposición al sol en la zona tratada y no tocar ni rascar la piel mientras cicatriza.

Es natural preguntarse si los acrocordones pueden reaparecer después de haber sido eliminados. La respuesta varía según el caso individual, pero en general, aunque es posible que nuevos acrocordones puedan formarse con el tiempo, esto no significa necesariamente que el tratamiento no haya sido efectivo.

Los acrocordones pueden recurrir en algunas personas debido a factores como la predisposición genética, el envejecimiento, el sobrepeso, los cambios hormonales o la continua fricción en la piel. Si tienes una tendencia a desarrollar acrocordones, es probable que, incluso después de la eliminación de algunos, puedan aparecer más en el futuro, especialmente si persisten las condiciones que favorecen su formación.

No obstante, eliminar los acrocordones existentes no implica que se vayan a formar más de inmediato ni que el tratamiento haya sido en vano. Muchos pacientes logran eliminar acrocordones sin que vuelvan a aparecer por un largo tiempo, especialmente si modifican ciertos hábitos como controlar el peso o evitar la fricción excesiva en las áreas propensas.

Prevenir la aparición de futuros acrocordones es posible adoptando algunos hábitos que ayuden a reducir los factores que favorecen su formación. Si bien no siempre se puede evitar su aparición debido a factores genéticos, existen varias estrategias que pueden ser efectivas para minimizar el riesgo:

1. Mantener un peso saludable: El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo importantes para el desarrollo de acrocordones, ya que el exceso de tejido en la piel crea pliegues y fricción, favoreciendo la aparición de estos
bultos.

2. Controlar la fricción y la humedad: Las áreas de la piel donde hay mayor fricción, como el cuello, las axilas o la ingle, son propensas a desarrollar acrocordones. Para reducir la fricción, es recomendable usar ropa holgada, especialmente en estas zonas, y mantener la piel seca, ya que la humedad puede empeorar la situación.

3. Evitar cambios hormonales extremos: Los desequilibrios hormonales, tales como los que ocurren durante el embarazo o la menopausia, pueden favorecer la aparición de acrocordones.

4. Cuidar la piel adecuadamente: Mantener una rutina de cuidado de la piel que incluya hidratación y limpieza diaria es fundamental para evitar que se desarrollen pliegues cutáneos. Utilizar productos suaves, no irritantes, también puede ayudar a mantener la piel en buen estado.

5. Controlar enfermedades asociadas: Ciertas condiciones, como la diabetes, están relacionadas con un mayor riesgo de desarrollar acrocordones. Es importante gestionar estas afecciones adecuadamente con la ayuda de un médico, ya que el control adecuado de la salud general puede contribuir a la prevención de estos y otros problemas dermatológicos.

Aunque los acrocordones y las verrugas pueden parecer similares debido a su apariencia de pequeñas protuberancias en la piel, existen varias diferencias clave entre ambos. Los acrocordones son lesiones benignas, suaves al tacto, que generalmente tienen una base estrecha y cuelgan de la piel. Suele aparecer en zonas de fricción como el cuello, las axilas o la ingle, y, aunque no son dolorosos, pueden generar incomodidad o preocupación estética.

Por otro lado, las verrugas son causadas por una infección viral, específicamente por el virus del papiloma humano (VPH). Estas lesiones suelen ser más rugosas, con una superficie más áspera, y pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, siendo más comunes en las manos y los pies.

A diferencia de los acrocordones, las verrugas pueden ser contagiosas, ya que el VPH se transmite de persona a persona.

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Otros tratamientos estéticos

A continuación te presentamos otros tratamientos estéticos relacionados con la eliminación de acrocordones realizamos en nuestro centro de estética en Madrid

Ojeras con ácido hialurónico

Clareado de ojeras con A.H

Fotorejuvenecimiento facial

Con IPL (Luz Pulsada Intensa)

Eliminar verrugas y lunares

Con laser o lápiz de plasma

Tratamiento con bótox

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