Tratatamiento escleroterapia Madrid

La experiencia de dolor que se puede apreciar durante la escleroterapia puede variar de una persona a otra en función de una variedad de factores, como la sensibilidad individual, la ubicación de las venas tratadas y la técnica que emplea el profesional médico.

Sin embargo, por lo general la mayoría de los pacientes que se han
sometido a este tratamiento describen las sensaciones que se producen a lo largo de este proceso como un leve malestar o como una picazón ligera en el momento de la inyección. 

Dolor mínimo

Las agujas que se emplean para este tratamiento son muy delgadas, lo que generalmente da lugar a una sensación mínima de dolor o incomodidad. La mayoría de las personas toleran bien este procedimiento y comunican que el malestar que aprecian es breve y soportable.

En lo referente a la duración de cada sesión de escleroterapia, hay que indicar que puede variar en función de diversos factores, como la cantidad de venas a tratar, la ubicación de las venas que se quieren tratar y la técnica empleada por el médico. Sin embargo, por lo general, una sesión de escleroterapia suele durar entre 15 y 45 minutos.

Algunos factores que pueden influir en la duración de la sesión son:

Cantidad de venas:

Cuantas más venas se deseen tratar en una sola sesión, más probable es que se alarga dicha sesión. El especialista médico deberá evaluar cuántas venas necesitan ser tratadas y determinar el tiempo que sea necesario para ello.

Tamaño y ubicación:

Tanto el tamaño como la ubicación de las venas a tratar también van a influir en la
duración del proceso. Esto se debe a que las venas más grandes pueden necesitar más tiempo para realizar la inyección y la evaluación adecuada.

Técnica utilizada:

Los diferentes especialistas médicos pueden utilizar técnicas diferentes para realizar este procedimiento. Algunas técnicas pueden ser más rápidas que otras, sin embargo, es importante que el médico mantenga tanto la calidad como la precisión del tratamiento.

Preparación y post-cuidados:

Tanto el tiempo dedicado a la preparación antes de iniciar el tratamiento como los
cuidados posteriores también pueden afectar a la duración total de la sesión.

Dentro de estos cuidados encontramos la limpieza de la piel, la aplicación de una solución esclerosante, la compresión y cualquier otra instrucción postoperatoria.

Es importante tener en cuenta que en la escleroterapia por lo general, se realiza en varias sesiones para lograr alcanzar unos óptimos resultados. La cantidad de sesiones que son necesarias variarán según la extensión que tengan las várices o las arañas vasculares a tratar, así como la respuesta individual al tratamiento.

Antes de comenzar con un tratamiento de escleroterapia, el médico debe proporcionar una estimación del tiempo de cada sesión según tus particularidades.

En algunos casos, el médico especialista puede aplicar una crema anestésica tópica en las áreas a tratar antes del procedimiento para reducir cualquier posible molestia. Esto puede ayudar a minimizar la sensación de picazón o el posible ardor durante los momentos de las inyecciones

Sensibilidad variable:

Las venas de las diferentes partes del cuerpo tienen diferentes niveles de sensibilidad. Algunas áreas pueden ser mucho más sensibles que otras, lo que puede influir en la percepción del dolor.

Comunicación con el médico:

En caso de que tengas algún tipo de preocupación sobre el dolor o la incomodidad a lo largo de este procedimiento, es importante comunicarlo al especialista médico antes de comenzar el procedimiento, dado que pueden proporcionarte información específica y abordar las posibles inquietudes que tengas.

Antes de comenzar este un tratamiento es escleroterapia, es importante realizar una consulta inicial con un especialista medico. A lo largo de la consulta, el médico deberá evaluar las varices y las arañas vasculares y luego remarcar los objetivos, expectativas y cualquier otra inquietud que pueda surgir sobre este procedimiento.

El día del tratamiento:

En mismo día del tratamiento, se debe vestir con ropa cómoda y suelta. En función de la ubicación de las venas que se vayan a tratar, es posible que tengas que cambiar tu ropa por una bata médica. El especialista médico también procederá a limpiar las zonas a tratar de forma cuidadosa con ayuda de un desinfectante para reducir el posible riesgo de infección.

Efectividad en la mejora estética:

Uno de los beneficios más notables de la escleroterapia es su capacidad para mejorar la apariencia de las várices y arañas vasculares. Después de varias sesiones de este proceso, muchas personas experimentan una disminución significativa en la apariencia de las venas más superficiales, permitiendo aumentar la confianza en sí mismos.

Procedimiento no quirúrgico:

Como ya mencionamos la escleroterapia es un procedimiento que mediante la inyección de una solución esclerosante se eliminan várices y arañas vasculares. Se trata de un procedimiento no quirúrgico, es decir, no es necesario que se realicen ningún tipo de suturas ni incisiones para poder realizarlo. Esto reduce de forma significativa el posible riesgo de complicaciones quirúrgicas, acortando el tiempo de recuperación y eliminando la necesidad de utilizar y aplicar anestesia general.

Tiempo mínimo de recuperación:

Si comparamos este tratamiento con otros que precisan cirugía, el tiempo de recuperación después de someterse a este procedimiento es relativamente breve. Los pacientes que se someten a él suelen poder reanudar sus actividades normales casi de forma inmediata, aunque se les aconseja no realizar actividades físicas intensas durante un breve período de tiempo.

Resultados rápidos y graduales:

Aunque para obtener unos resultados completos es necesario someterse a varias
sesiones, muchos pacientes aprecian mejoras de forma visible después de cada sesión. A medida que las venas tratadas se cierran y se reabsorben, las áreas problemáticas empiezan a desvanecerse de forma gradual.

Alivio de otros síntomas asociados:

Además de mejorar la apariencia, este tratamiento puede aliviar los síntomas físicos asociados a las várices, como dolor, hinchazón, sensación de pesadez o calambres. Esto puede contribuir de forma significativa a mejorar la calidad de todos los pacientes que se han sometido a él.

Procedimiento ambulatorio:

La mayoría de las sesiones de escleroterapia son realizadas en una clínica médica o en consultorios sin necesidad de que se llegue a hospitalizar al paciente. Las personas que se sometan a este procedimiento pueden regresar a sus hogares después de haberse sometido a él y seguir las recomendaciones postoperatorias que le proporciona el médico estético.

Versatilidad y precisión:

Este tratamiento se puede emplear para tratar várices y arañas vasculares en diversas áreas corporales, como las piernas, muslos y otras zonas. Esto permite abordar una amplia gama de problemas venosos superficiales.

Mínima invasión:

Las inyecciones que se realizan a lo largo de este procedimiento, son realizadas con agujas muy delgadas, lo que minimiza cualquier posible molestia que pueda aparecer durante el procedimiento, así como reducir el riesgo de cicatrices notables.

Mejora de la circulación sanguínea:

Al cerrar las venas que son problemáticas, este tratamiento puede contribuir a mejorar la circulación sanguínea en las zonas que se han tratados, lo que resulta beneficioso para la salud vascular general.

Andar después de la escleroterapia:

Se potencia a los pacientes a caminar y moverse después del tratamiento para estimular la circulación sanguínea y evitar la formación de coágulos en las venas tratadas. Caminar también puede ayudar a reducir la posibilidad de hinchazón y mejorar la eficacia del procedimiento.

Medias de compresión:

El médico especialista puede recomendarte usar medias de compresión durante un período de tiempo determinado después de haberte sometido al tratamiento. El empleo de estas medias ayuda a mantener la presión sobre las venas tratadas, lo que permite mejorar la eficacia de este tratamiento y reducir la hinchazón.

Evitar el calor excesivo:

Durante las primeras semanas después de haber realizado el tratamiento, se aconseja evitar cualquier tipo de exposición prolongada al calor, como saunas, baños calientes y rayos solares directos en las áreas que se han tratado. Esto es debido a que el calor puede dilatar las venas y reducir la efectividad del procedimiento.

Evitar actividades extenuantes:

Se recomienda evitar realizar actividades físicas intensas y ejercicio de forma vigorosa durante un período breve después de someterse a este procedimiento. Esto permite que las venas tratadas tengan el tiempo suficiente para cerrarse y cicatrizarse de forma adecuada.

Elevación de las piernas:
Mantener las piernas elevadas cuando sea posible, permite ayudar a reducir tanto la hinchazón como mejorar la circulación.

Medicación recetada:
En el caso de que tu médico especialista te receta algún tipo de medicación postoperatoria, asegúrate de tomarla siguiendo las indicaciones aportadas por el médico especialista. Algunos de los medicamentos que se suelen recetar son algún tipo de antiinflamatorios o analgésicos para aliviar cualquier posible molestia.

Seguimiento médico:

Seguir las indicaciones del seguimiento médico proporcionado por el especialista es vital. Es posible que sea necesario programar otras visitas de seguimiento para que el médico pueda evaluar los resultados, así como dar una orientación adicional.

Comunicación con el médico:

En caso de que, tras el procedimiento, aprecies algún síntoma poco usual, como un dolor severo, una inflamación extrema, un sangrado persistente, cambios en la piel o cualquier otro problema, se debe comunicar de forma inmediata al médico para ver cómo se pueden solucionar.

Los efectos producidos por la escleroterapia pueden variar de una persona a otra, además de depender de varios factores, como la gravedad de las venas varicosas o de las arañas vasculares, el tamaño de las venas tratadas, la técnica utilizada, la respuesta individual de cada paciente y el número de sesiones realizadas.

Sin embargo, por lo general, los resultados de esta intervención comienzan a ser visibles en unas pocas semanas tras someterse a la escleroterapia. Aunque, para que las venas que han sido tratadas desaparezcan por completo, pueden pasar varios meses. Incluso en algunas ocasiones puede ser necesario una o varias sesiones extra de escleroterapia.

Se debe tener en cuenta que este tratamiento no garantiza resultados permanentes y es posible que aparezcan nuevas venas varicosas en un futuro. Para evitarlo, se recomienda mantener un estilo de vida saludable y utilizar medias de compresión.