INDIBA corporal en Madrid

Los resultados esperados tras este tratamiento de INDIBA corporal pueden variar según el paciente, la zona tratada y la condición específica que se está abordando. Sin embargo, por lo general se pueden esperar los siguientes resultados:

Reafirmación de la piel: La Indiba corporal estimula la producción del colágeno y de la elastina en la piel, lo que mejora la elasticidad y la firmeza de la piel. Con el paso del tiempo, se puede apreciar una piel más tersa y con menos flacidez.

Reducción de la celulitis: Someterse a la radiofrecuencia puede ayudar a mejorar la apariencia de la celulitis, gracias a que se reducen los depósitos de grasa y se mejora la circulación en las zonas afectadas.

Mejora en la textura de la piel: Al aumentar la circulación sanguínea y al estimular la regeneración celular, este procedimiento puede mejorar tanto la textura general de la piel, haciendo que esta se vea más suave y radiante.

Reducción de adiposidad localizada: Este tratamiento también puede contribuir a reducir los depósitos de grasa que se pueden localizar en zonas corporales específicas, lo que permite mejorar la silueta y el contorno corporal.

Alivio del dolor y de la inflamación: En caso de los pacientes que padezcan de lesiones musculoesqueléticas, este tratamiento puede proporcionar un alivio del dolor, así como reducir la inflamación en las zonas tratadas.

Efecto rejuvenecedor: La estimulación del colágeno y de la elastina puede tener un efecto rejuvenecedor en la piel, permitiendo la reducción de la visibilidad de las arrugas finas y de las líneas de expresión.

Sensación de bienestar: Muchos pacientes pueden experimentar una sensación de bienestar después de haberse sometido a este tratamiento, dado que el aumento de la circulación sanguínea y la estimulación de los tejidos pueden mejorar la salud general de la piel y de los tejidos circundantes.

La Indiba corporal se puede realizar en diversas zonas del cuerpo para abordar una amplia variedad de preocupaciones estéticas y médicas. Algunas de las zonas más comunes donde se puede aplicar este tratamiento son:

Abdomen: Para mejorar la apariencia de la piel, reducir la adiposidad localizada
y la flacidez abdominal.

Piernas y muslos: Permite tratar la celulitis, reducir la adiposidad localizada,
además de mejorar la circulación en ambas áreas.

Glúteos: Mejorando la textura de la piel, reducir la celulitis y mejorar la firmeza
y la tonificación.

Brazos: Para tratar la flacidez y mejorar la apariencia de la piel en dicha zona.

Espalda: Permite aliviar el dolor en la zona, tratar lesiones musculoesqueléticas, así como mejorar la circulación.

Rodillas: Para tratar la piel envejecida y mejorar la apariencia general.

Codos: Permitiendo mejorar la apariencia de la piel, además de reducir la sequedad y las asperezas.

Manos: Para tratar el envejecimiento de la piel, reducir las arrugas finas y para
una mejor hidratación.

Generación de la radiofrecuencia: El equipo de Indiba corporal emite una corriente de radiofrecuencia de alta frecuencia y baja intensidad que penetra en los tejidos subcutáneos. Esta energía electromagnética se dirige concretamente a las zonas que se desean tratar.

Aumento de la temperatura interna: La radiofrecuencia que se aplica provoca un aumento controlado de la temperatura en los tejidos tratados. Este aumento de la temperatura cuenta con varios efectos que resultan beneficiosos para el cuerpo.

Vasodilatación: El calor que se genera por la radiofrecuencia provoca una dilatación de los vasos sanguíneos locales, lo que aumenta el flujo sanguíneo en las zonas que se van a tratar. Con esto se consigue mejorar la oxigenación y la nutrición celular, lo que favorece la eliminación de toxinas y otros desechos metabólicos.

Estimulación del metabolismo: El aumento de la temperatura corporal interna, activa el metabolismo celular, lo que da lugar a un aumento del consumo de energía, lo que puede contribuir en gran manera a la reducción de la grasa localizada.

Activación del colágeno y de la elastina: La radiofrecuencia contribuye a la estimulación de los fibroblastos, que son las células encargadas de la producción del colágeno y de la elastina. Estas dos proteínas son esenciales para mantener la elasticidad y la firmeza de la piel. Con el paso del tiempo, el aumento de ambas proteínas contribuye a la mejora de la apariencia de la piel, reduciendo arrugas y la flacidez.

Efecto diatermia: Este tratamiento también posee un efecto diatermia en los tejidos, es decir, el calor que se produce en los tejidos favorece a la vasodilatación y al aumento de la temperatura local. Esto puede contar con propiedades tanto analgésicas como antiinflamatorias, lo que puede ser útil para aliviar el dolor, así como para reducir la inflamación en las lesiones musculoesqueléticas.

Drenaje linfático: Una estimulación del sistema linfático promueve el drenaje linfático, además de contribuir a la eliminación de toxinas y otros residuos acumulados en el tejido que ha sido tratado.

El tratamiento con Indiba Corporal es adecuado para la mayoría de los tipos de piel, dado que es una técnica no invasiva y por lo tanto no causa ningún tipo de daño a la epidermis, que como ya hemos mencionado es la capa más superficial de la piel. Sin embargo, a diferencia de otros tratamientos más agresivos o invasivos, la radiofrecuencia que se emplea en este procedimiento no afecta de forma negativa a la piel.

La radiofrecuencia monopolar, que es la que se emplea en este tratamiento penetra en una forma profunda en los tejidos corporales sin dañar la epidermis, lo que hace que esta técnica sea una opción más segura para todos los diferentes tipos de piel, desde la piel clara, hasta la oscura y las pieles más sensibles.

Sin embargo, aunque la indiba corporal es segura para la gran mayoría de los tipos de piel, resulta fundamental que un médico especializado capacitado realice una evaluación previa que permita determinar la idoneidad del tratamiento de forma individual para cada paciente. A lo largo de la evaluación, el médico especialista deberá tener en cuenta algunos factores como la condición de la piel, la presencia de
afecciones dermatológicas preexistentes, el historial médico del paciente que se va a someter al tratamiento y los objetivos específicos de cada tratamiento.

De la misma forma, también hay ciertas contraindicaciones que los pacientes deben tener en cuenta a la hora de someterse a este a la indiba corporal. Las principales contraindicaciones son, estar embarazadas o en período de lactancia, contar con un marcapasos o con algún tipo de implante metálicos, pacientes que padezcan de cáncer, personas que padezcan algún tipo de trastorno de coagulación entre otras más. Por ello, resulta esencial que se proporcione información de forma detallada
sobre el estado de salud del paciente al médico especialista antes de que se someta al tratamiento de INDIBA corporal.

El grado de dolor o molestia que se puede notar durante un tratamiento con Indiba corporal puede variar según la sensibilidad individual de cada persona, así como el tipo de tecnología utilizada y la zona del cuerpo que se esté tratando. Por lo general, la mayoría de las personas describen este procedimiento como una sensación de calor tolerable y no dolorosa.

A lo largo del tratamiento de indiba corporal, es habitual sentir una sensación de calor de forma gradual a medida que la energía de la radiofrecuencia va penetrando en los tejidos. Esta sensación puede ir acompañada de una ligera incomodidad o picor, aunque rara vez es dolorosa. Algunas personas pueden apreciar una leve sensación de cosquilleo o hormigueo.

Los médicos especialistas deben ajustar la intensidad y frecuencia de la radiofrecuencia corporal según la tolerancia del paciente para asegurarse de que el tratamiento sea cómodo y seguro. En caso de que en algún momento a lo largo del tratamiento se experimenten molestias o dolor, es de vital importancia que se comunique al médico especialista para que pueda realizar los ajustes necesarios y así reducir dichas molestias o dolores.

Sin embargo, es normal que después de este tratamiento de indiba corporal se pueda notar la piel un poco enrojecida y cálida, aunque estas sensaciones suelen acabar desapareciendo de forma rápida y no precisan de un período de tiempo de recuperación.

En lo referente al número de sesiones que son necesarias en la indiba corporal,  puede variar según factores, como el tipo de tecnología empleada, la condición a tratar, la respuesta individual del paciente y los objetivos específicos del tratamiento. Aunque, por lo general, se recomienda un curso de varias sesiones para obtener unos
resultados duraderos y óptimos.

El número de sesiones suelen oscilar entre 4 y 8, aunque en algunos casos pueden ser necesarias más sesiones, más especialmente si se trata de objetivos médicos o estéticos específicos. Cada sesión de indiba corporal puede tener una duración aproximada que puede ir desde los 20 hasta los 60 minutos, que ira en función de la zona a tratar y de la tecnología utilizada.

En lo referente al intervalo de tiempo que debe pasar entre cada sesión puede variar según la respuesta individual de cada paciente, así como la recomendación del médico especialista que realiza el tratamiento. Por lo general, el intervalo entre sesiones suele ser de aproximadamente 1 a 2 semanas para los tratamientos estéticos.

Sin embargo, en los tratamientos médicos o en los tratamientos de rehabilitación estas sesiones pueden ser más frecuentes, aproximadamente entre 1 a 4 semanas.

A diferencia de otros procedimientos quirúrgicos o de otros tratamientos más invasivos, la radiofrecuencia que se emplea en este procedimiento no daña la epidermis, que es la capa más superficial de la piel, por lo que se reduce de forma considerable el tiempo de recuperación.

Aunque no hay un período de recuperación prolongado, es posible que después de haberse sometido a este tratamiento es posible que aparezcan algunos efectos secundarios leves y temporales como son el enrojecimiento o una sensación de calor en las zonas que han sido tratadas. Estos efectos secundarios suelen acabar desapareciendo a las pocas horas después de salir de la sesión.

Por lo general, el enrojecimiento suele ser una reacción normal del cuerpo debido al aumento de la circulación sanguínea en las zonas tratadas. Sin embargo, también es posible que la piel en las zonas donde ha sido tratada se pueda sentir un poco caliente, esto es debido a que la radiofrecuencia genera calor con el objetivo de estimular los tejidos profundos de la piel.

Para garantizar una recuperación óptima y así obtener los mejores resultados, es de vital importancia que se sigan las indicaciones del médico especialista para seguir después del procedimiento.