Psicólogo especializado en fobias en Madrid

• Síntomas psicológicos: Pensamientos distorsionados respecto a la situación o estímulo.
• Síntomas conductuales: Evitación de la situación o estímulo temido.

Que el miedo o la respuesta sean irracionales o desproporcionados no quiere decir que estas personas no sean conscientes de ello. De hecho suelen expresarse con frases “ya sé que no es para tanto pero no puedo evitarlo”, “ se que no me va a pasar nada pero por algún motivo temo hacer esto”, “no puedo controlar el miedo”.

La fobia no se puede controlar voluntariamente y es precisamente esta imposibilidad la que agudiza el malestar y el sentimiento de impotencia.

La fobia social se caracteriza por una respuesta de miedo intenso y persistente en ciertas situaciones sociales o actuaciones en público. Las personas que sufren fobia social son muy sensibles a la crítica externa y temen ser juzgadas negativamente por otras personas.

En situaciones sociales, sienten un miedo que hace que aparezcan los síntomas de ansiedad (enrojecimiento cutáneo, sudoración, temblor de piernas, etc.) es por ello que tratan de evitar cualquier situación social y así no correr el riesgo de exponerse en público o bien, la soportan con un malestar muy intenso.

En la agorafobia, lo que les produce angustia a las personas es sentirse desprotegidas, pensar que en cualquier momento pueden tener un ataque de ansiedad y temen encontrarse en situaciones en las cuales no puedan escapar o pedir ayuda.

Por tanto, ese miedo puede surgir en cualquier escenario, ya sea un parque, un centro comercial, un autobús, etc. Todo entorno alejado de su entorno seguro puede suponer una amenaza.

La tripofobia es un trastorno fóbico a imágenes u objetos que presentan patrones irregulares similares a panales de abeja, formas geométricas muy juntas o agujeros similares a los de las esponjas, por ejemplo. Se piensa que este tipo de fobia se desarrolla por la sensación de peligro que producen estos agujeros o formas, asemejándose a los patrones de la piel de determinados animales venenosos, como serpientes o gusanos venenosos.

Síntomas

El cerebro interpreta la imagen que llega a él como una amenaza, y produce ansiedad con sensaciones como temblores, sudoración, náuseas, taquicardia, hormigueo en el cuerpo y malestar generalizado. Se suele tratar mediante desensibilización sistemática, consistente en la exposición gradual y controlada al estímulo mientras se generan otro tipo de respuestas ante él diferentes a las que se daban hasta el momento.

Talasofobia, miedo excesivo a grandes masas de agua, especialmente el océano. Aparecen taquicardia, sudores, temblor, pensamientos catastróficos y una tremenda sensación de peligro. Puede aparecer tras haber vivido alguna experiencia traumática relacionada con el agua, como haber perdido a alguien ahogado o haber sentido esa sensación de ahogo en un pasado.

Tratamiento

El tratamiento de esta fobia se basa en la exposición gradual y controlada a dichas grandes masas de agua, dependiendo del grado de fobia de la persona. Esta exposición puede ser en vivo (directamente ante la masa de agua) o mediante imágenes o imaginación, lo que depende del grado de ansiedad que muestre la persona ante el estímulo fóbico. Su pronóstico mediante el tratamiento psicológico es muy bueno.

Nictofobia, en este tipo de fobia aparece un miedo irracional a la noche o a la oscuridad. Se da normalmente en niños, pero hay adultos que también la desarrollan. Se piensa que puede darse por haber tenido malas experiencias en el pasado, durante la noche o en la oscuridad, ya sean reales o pesadillas.

Síntomas

Aparece miedo y ansiedad junto con posibles ataques de pánico. La persona necesita dormir con la luz encendida o acompañado y puede aparecer insomnio en algunas ocasiones.

Las sensaciones más comunes son sudoración, náuseas, temblores o vómitos. En este tipo de fobia se suelen utilizar técnicas de relajación con el psicólogo para controlar la activación fisiológica de la persona, ya que las técnicas de control de pensamientos no suelen ser muy eficaces.

Acrofobia, miedo irracional y desmedido a las alturas. Puede aparecer por haber tenido malas experiencias con las alturas en un pasado, tanto en primera persona como en personas cercanas, por pensamientos distorsionados sobre las alturas, como pensar en ellas como un peligro potencial, o por presentar cuadros de vértigo provenientes de problemas de oído o de cervicales que producen mareos o desmayos y se relacionan con la sensación que producen las alturas. La persona con este tipo de fobia presenta ante el estímulo taquicardia, temblores, mareos, náuseas, etc.

Tratamiento

El tratamiento en la acrofobia se basa en técnicas de relajación con un psicólogo mediante las cuales se controla la activación fisiológica de la persona, técnicas cognitivas por las cuales se le explica al paciente la fuente de su problema, y mediante exposición gradual y controlada a dichas alturas, ya sea en vivo o a través de la imaginación o imágenes.

Una fobia específica es un miedo irracional e intenso hacia algo que en realidad no supone una amenaza o la amenaza que supone es mínima. Uno es consciente de que ese miedo no se ajusta a la realidad. Ejemplos de este tipo de fobias pueden ser a los animales, intervenciones médicas, arañas, etc. Si sufres una fobia no descrita anteriormente puedes consultarlo con nuestro psicólogo en fobias en Madrid con el fin de ayudarte y superar la fobia.

El miedo está presente en la fobia aunque existe una importante diferencia entre estos dos términos ; El miedo nos prepara para responder ante estímulos o situaciones de peligro real y que supongan una amenaza para nuestra integridad.

En la fobia sin embargo no existe ese componente adaptativo pues las sensaciones que experimentamos son ante un estimulo o situación que no supone un peligro real para nosotros.

Las fobias no se heredan como tal, puede haber alguna predisposición genética a padecer este tipo de problemáticas. Por lo general, se suelen originar ante una situación traumática mal gestionada o a través de nuestra historia de aprendizaje.

Algunas de ellas tienen su origen en la infancia y la adolescencia. Por ejemplo, una persona va a un parque de perros y sufre una experiencia traumática con uno de ellos, eso le lleva a evitar los parques caninos. Debido a estas respuestas de evitación la persona incrementará sus miedos y creencias irracionales hacia los perros provocando así un miedo generalizado a este tipo de animales.

En el caso de fobias adquiridas por medio del aprendizaje, podemos imaginar un caso de aprendizaje vicario. Observamos como nuestra madre reacciona muy desproporcionadamente, con mucho miedo y terror hacia una araña, nosotros tenemos posibilidades de a raid de la experiencia de otra persona, empezar a percibir el estimulo como esa misma persona, de manera amenazante.

En algunos casos sí, por ejemplo si padecemos fobia social, tendremos más riesgo de consumir alcohol u otras drogas para facilitar las interacciones sociales, ya que estas sustancias actuaran como inhibidores de la ansiedad y de los miedos que padecemos.

Conocemos frases típicas como “si no bebo no me suelto”, “me tomo una cerveza y ya puedo hablar tranquilo”. En este caso igual que con las respuestas de evitación , la respuesta ante el miedo se convierte en el problema.

Las fobias, si no se tratan, permanecen a lo largo del tiempo.  Esta persistencia hace que la persona adopte una actitud evitativa, y, con el tiempo, esta actitud se generalice.  El resultado es una clara afectación del estado anímico del individuo y de su calidad de vida, especialmente si la situación evitada se da en el día a día.

Las fobias no desaparecen si no son tratadas. Como decíamos antes la suma de nuestras respuestas evitativas mas los sentimientos de frustración que sentimos al saber que tenemos sensaciones o miedos que no “deberíamos” tener, provoca en el  individuo una afección en su estado anímico y en su calidad de vida. Además las conductas evitativas pueden ser altamente interferentes con el desarrollo normal de la vida, pudiendo provocar incluso el abandono de oportunidades laborales, actividades de ocio, obligaciones, etc…

Esto puede provocar un descenso de la autoestima, estados de animo depresivos,
ansiedad y otros síntomas.

¿Las fobias se pueden tratar?

Claro que las fobias se pueden tratar, de hecho la identificación de las causas por las que ese estimulo nos provoca un miedo desproporcionado ya genera tranquilidad. Después deberemos exponernos gradualmente y con la ayuda de un especialista a ese estímulo. Las técnicas cognitivo conductuales de reestructuración cognitiva, exposición en imaginación y exposición real han resultado ser de tremenda eficacia en el tratamiento de fobias.