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Tratamiento con Toxina botulínica para Bruxismo

El bruxismo es un trastorno dental y de salud caracterizado por el hábito de apretar o
rechinar los dientes de forma involuntaria. Este fenómeno suele ocurrir de una manera
inconsciente y a menudo se producen durante el sueño. Este trastorno puede afectar a
personas de todas las edades y suele tener impactos significativos en la salud.

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Causas del Bruxismo

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Síntomas de tener Bruxismo

Tratamiento para el Bruxismo

El bruxismo tiene una gran variedad de síntomas que indican que lo padeces. Con un tratamiento con Botox se pueden evitar.

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Tratamiento

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Este trastorno se caracteriza por el rechinamiento y el apretamiento de los dientes de forma involuntaria, puede tener múltiples causas subyacentes que abarcan desde factores físicos hasta emocionales y genéticos. Identificar estas causas es esencial para comprender el origen de este hábito y abordarlo de forma efectiva.

Algunas de las causas más comunes son:

Estrés y ansiedad: Tanto el estrés crónico como la ansiedad son dos desencadenantes que pueden desarrollar este trastorno. Ante la presencia de situaciones estresantes o situaciones en la que nos mostramos ansiosos, el cuerpo puede reaccionar apretando o rechinando los dientes. Este acto puede ser una liberación involuntaria de la tensión acumulada.

Maloclusión dental: La maloclusión dental, hace referencia a una mala alineación de los dientes al cerrar la boca. Esto puede ser otra causa de este trastorno. Cuando los dientes no encajan correctamente, el cerebro puede intentar ajustarlos mediante el rechinamiento. Este proceso inconsciente puede dar lugar a un desgaste excesivo de los dientes y el aumento de la presión sobre la mandíbula.

Factores genéticos: Tras los estudios realizados se ha descubierto que el bruxismo puede tener un componente genético. En caso de que tengas antecedentes familiares que hayan padecido este trastorno, es posible que tengas una predisposición genética para desarrollarlo.

Respuesta a la frustración o ira: Este trastorno también puede ser una respuesta a las emociones intensas como la frustración, la ira o la agitación. En los momentos de tensión emocional, algunas personas pueden manifestar su incomodidad a través del rechinamiento o apretamiento de los dientes.

Hábitos adquiridos: Algunas personas pueden desarrollar este trastorno como resultado de imitar comportamientos observados en otras personas. Esto es especialmente común en los menores.

Trastornos del sueño: Los trastornos del sueño, como la apnea del sueño o los terrones nocturnos, pueden estar relacionados con el bruxismo.

Consumo de estimulantes: Un consumo excesivo de cafeína, alcohol u otras sustancias estimulantes pueden aumentar la actividad muscular y nerviosa, lo que
contribuye a la aparición del bruxismo.

Desequilibrios en neurotransmisores: Algunas investigaciones sugieren que los desequilibrios en los neurotransmisores, que son las sustancias químicas encargadas de transmitir las señales entre las células nerviosas, pueden influir en la aparición de este trastorno.

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El bruxismo tiene una gran variedad de síntomas que indican que lo padeces.

Algunos de los principales son:

Dolor de mandíbula: Se trata del síntoma más común. Puede ser una sensación de rigidez, molestia o incluso un dolor agudo al abrir y cerrar la boca. El rechinamiento y apretamiento continuo de los dientes ejerce presión en los músculos de la mandíbula, lo que puede generar malestar.

Desgaste dental excesivo: Este trastorno puede dar lugar a un desgaste bastante significativo del esmalte dental. El contacto repetido y fuerte que se produce entre los dientes puede llevar a la erosión del esmalte, dejando los dientes mucho más sensibles y propensos a otros problemas dentales como las caries.

Dolor de cabeza: Este rechinamiento de los dientes puede ocasionar dolores de cabeza que se suelen sentir principalmente en la región temporal o en la frente.

Sensibilidad dental: El desgaste del esmalte dental provoca que los dientes sean más sensibles al calor, al frío y a ciertos alimentos o bebidas.

Dolor de oído: El bruxismo crónico puede extender la tensión muscular a las áreas circundantes, como los músculos de la mandíbula y el oído. Algunas personas pueden apreciar dolor en el oído o zumbidos también conocidos como tinnitus.

Dificultad para abrir y cerrar la boca: Una tensión constante en los músculos de la mandíbula puede hacer que abrir y cerrar la boca sea incómodo o incluso doloroso. En los casos más graves, este trastorno puede acabar ocasionando problemas en la articulación temporomandibular (ATM), lo que puede limitar el rango del movimiento de la mandíbula.

Cambios en la forma de los dientes: El desgaste constante y repetido del esmalte dental puede dar lugar a cambios tanto en la forma como en la apariencia de los dientes.

Problemas del sueño: El bruxismo nocturno puede interrumpir el sueño, tanto para la persona que padece el trastorno como para quienes duermen en la misma
habitación.

Dolor en los músculos faciales: Los músculos faciales pueden tensarse debido al esfuerzo constante que se realiza en este trastorno. Esto puede manifestarse como dolor en las mejillas, los labios o incluso el cuello.

Desarrollo de las líneas de expresión: Este trastorno si se desarrolla a largo plazo puede causar líneas de expresión en la cara debido a la tensión constante de los músculos faciales.

Existen diferentes tipos de bruxismo, cada uno con sus propias características y factores. Los tipos de bruxismo más habituales son:

Bruxismo céntrico: Caracterizado por el apretamiento involuntario de los dientes superiores e inferiores con una fuerza excesiva, el bruxismo céntrico es el tipo más común de este trastorno. En este tipo de bruxismo, los dientes están en contacto directo y la mandíbula ejerce presión hacia arriba y hacia abajo. Como resultado, puede producirse un desgaste dental significativo, así como el dolor en la mandíbula y en los músculos faciales.

Bruxismo excéntrico: En este tipo de bruxismo, el rechinamiento se produce cuando los dientes se deslizan hacia delante o hacia atrás, en lugar de que apretarse directamente. Esto puede provocar un desgaste irregular en los dientes, aunque también puede generar molestias en la articulación temporomandibular.

Bruxismo del sueño: El bruxismo del sueño como su nombre indica, ocurre durante la fase de sueño y es más común en los menores. A menudo, padres y cuidadores pueden apreciar el sonido del rechinamiento de dientes durante la noche. Este tipo de bruxismo se acaba superando a medida que los niños/as van creciendo.

Bruxismo diurno: A diferencia con el bruxismo del sueño, el diurno se manifiesta cuando estamos despiertos. Quien lo padece puede apretar o rechinar los dientes durante situaciones de estrés o mientras están concentrados en sus actividades diarias.

Bruxismo secundario: Este tipo de bruxismo puede ser la consecuencia de otros problemas de salud, como trastornos neuromusculares, como el síndrome de Tourette, o como una reacción a medicamentos que pueden afectar al sistema nervioso.

Bruxismo psicológico: Se trata de una variación en la que el rechinamiento o el apretamiento de los dientes es una respuesta a problemas emocionales o psicológicos. Pueden estar relacionada con los trastornos de ansiedad, depresión u otros problemas de salud mental.

Bruxismo funcional o protector: Algunas personas pueden experimentar este tipo de bruxismo como una forma de proteger los dientes. Este trastorno ocurre cuando la mandíbula se aprieta con fuerza como una forma de evitar que los dientes entren en contacto. Puede ser una reacción al dolor dental, a la sensibilidad o incluso a la preocupación por dañar los dientes durante el sueño.

La administración de bótox para tratar este trastorno conlleva una serie de beneficios que convierten a este procedimiento como una de las opciones más prometedoras para tratar dicho trastorno. Algunos de los principales beneficios que aporta son:

Reducción sintomática sostenida: La aplicación selectiva de la toxina botulínica ha demostrado su eficacia en reducir de una forma consistente la intensidad y la frecuencia en la que se producen los característicos movimientos musculares involuntarios de este trastorno.

Alivio del dolor crónico: Tratar el bruxismo con bótox ofrece una mejora significativa en la gestión del dolor crónico. La disminución de la actividad muscular excesiva ayuda a mitigar las manifestaciones dolorosas, mejorando la comodidad y el bienestar de los pacientes.

Mantenimiento de la funcionalidad: A diferencia de otras intervenciones que acaban por limitar las funciones orales, este tratamiento permite continuar realizando las funciones orales básicas como la masticación, deglución y fonación.

Conservación estética: El desgaste dental que se produce al padecer este tratamiento puede ir acompañado de implicaciones estéticas significativas. Una reducción controlada de las contracciones musculares mediante la toxina botulínica contribuye a minimizar el deterioro dental, preservando la estética de la sonrisa y la apariencia dental.

Abordaje poco invasivo: El tratamiento con bótox se caracteriza principalmente por su naturaleza mínimamente invasiva. Las inyecciones que se realizan en este procedimiento, suelen ser por lo general, bien toleradas por los pacientes que se someten a él y el procedimiento tampoco necesita de un período prolongado de tiempo para su recuperación.

Continuidad de los resultados: Aunque la duración de los efectos que produce este procedimiento son limitados, se puede mantener una mejoría de forma continuada gracias a la realización de diferentes aplicaciones periódicas.

Esta continuidad, brinda a los pacientes la oportunidad de experimentar un alivio de los síntomas y del dolor, sin la necesidad de recurrir a estos o a otros tratamientos de forma constante.

Mejora integral de la calidad de la vida: Gracias a la reducción de los principales síntomas y a que se restauran las funciones orales básicas, se logra alcanzar una mejora general en la calidad de vida de los pacientes

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Otros tratamientos estéticos

A continuación te presentamos otros tratamientos estéticos relacionados con acido hialurónico en mentón que realizamos en nuestro centro de estética en Madrid

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Clareado de ojeras con A.H

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Tratamiento con bótox

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